Un número más nos adentramos en las profundidades sociales del fashion business. Ha sido un mes pletórico de moda y tendencias y, tras la resaca de las fashion weeks nacionales e internacionales, volvemos de nuevo a la rutina cotidiana, entrando ya de pleno en la temporada otoño/ invierno. Arrancamos septiembre con la V Semana de la Moda de Valencia, una plataforma que empieza a estar a la altura las pasarelas nacionales más relevantes, pero que sigue teniendo fisuras dolorosas que, al parecer, van a necesitar mucho tiempo para solidificarse del todo. Esperemos, por el bien de nuestros diseñadores, que se convierta en un espacio en el que los creadores, todos, tengan libertad a la hora de presentar sus propuestas, un espacio en el que ellos sean los protagonistas de verdad, un espacio en el que se les respete las pautas creativas de sus puestas en escena, un espacio propicio para las relaciones con la industria y la prensa, porque al fin y al cabo ese el propósito de las pasarelas de esta envergadura. En definitiva, que a los diseñadores valencianos les sobra talento e ingenio, son profesionales entregados a su arte, artistas volcados en la consecución de una obra que dura meses y que no puede morir al final de cada desfile… les hace falta más apoyo, porque esta industria es muy competitiva y si no encuentran apoyo en nuestras administraciones, dónde lo van a encontrar?. Me pongo seria, pero el asunto lo requiere.
Este ha sido también un mes de eventos y reentrés, y ahí he estado yo, al pie del cañón, para curiosear un poco y disfrutar de la vista, claro está. Muy notable lo que vi en el concierto de Madonna, al que pude asistir por los pelos, gracias a unas entradas que cayeron en mis manos la noche antes… Debo mencionar que todos los que estuvimos allí presentes deseamos tener las piernas de la ambición rubia…y a un bailarín del grupo que le acompaña durante la gira también, ninguna preferencia en especial, cualquiera de ellos me va bien!. Incomparable la sensación de encontrarse ante la reina del pop, al frente de un despliegue impresionante de medios y efectos para un espectáculo sorprendente que hizo las delicias de un amplio espectro de generaciones de fans, una masa enardecida de individuos, cada uno de su propio credo, a los pies del icono mundial de la modernidad, la trend setter por excelencia, la Madonna contemporánea.
Y entre presentaciones, inauguraciones, salidas nocturnas y reencuentros, hago balance positivo de un mes que me ha dado la satisfacción de observar que hemos vuelto con fuerza, renovados y más únicos. A pesar de la cantidad de información monótona y aburrida que nos bombardea diariamente, veo que ya nos hemos cansado de la uniformidad que nos proponen las grandes cadenas de moda y nos hemos lanzado a la consecución de un objetivo claro: ser nosotros mismos y aportar nuestra originalidad a un mundo que parece estar siendo absorbido por La Nada…
Recordad estas sabias palabras: “Express yourself!!”, y haced caso de lo que dice “la santa Madonna”.
*Oci Mag #21
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