Sara y yo acudimos a la cita vestidas para la ocasión, como mandaba el
dress code. Desde nuestro punto de encuentro hasta el epicentro del evento nos encontramos con varios grupos de personas que se dirigían igualmente a la
Milla de Oro para formar parte de una noche que se prometía llena de
glamour, sorpresas y novedades. Seguramente nosotras, disfrutadoras y no esclavas de la moda y sus secretos, habíamos situado nuestras expectativas en un nivel mucho más elevado del que sin duda nos encontramos. Pecamos de primerizas y de ilusas, o soñadoras, que suena más romántico y menos pernicioso, pero sin duda la noche valió la pena, por la compañía, por la visita a
Miu Miu y por el momento
Escada que pasamos mojito en mano sentadas entre dos percheros de prendas a una media de 800 euros.
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Gentío en Chanel |
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El carrusel de las vanidades (atracción cortesía de Juicy Couture) |
Las calles estaban abarrotadas de personal y costaba un poco hacerse un hueco para alcanzar nuestros destinos deseados. Imposible entrar en
Chanel, a menos que estuviésemos dispuestas a hacer cola parte de la noche, y no. Decidimos probar en
Missoni pero nos faltaba un accesorio fundamental y muy fuera de nuestro alcance: un mágico pasaporte dorado al que sólo tenían acceso las clientas habituales, así que nuestro gozo en un pozo, una vez más. Ni entrada a ciertas tiendas ni acceso a la carpa
VOGUE, eso si, libertad total para callejear desorientadas junto a centenares de populacho que buscaban
VIP's,
trendy people o lo que fuese digno de captar por sus súper cámaras de fotos pues al parecer hoy en dia todo el mundo es fotógrafo,
blogger,
trendsetter,
coolhunter,
fashionista o algún sustantivo aún por inventar. (Igual tiro yo de
naming y me fabrico uno a mi medida, porque yo lo valgo).
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El David luciendo el estampado insignia de Missoni |
Sí visitamos
Furla, que nos dejó mas bien indiferentes, aunque fue donde tomamos nuestro primer cóctel de la noche. Entramos en
Kenzo, donde un apuesto muchacho nos abrió la puerta y nos dió el primer "buenas noches" de la velada. Maravillosas las prendas de abrigo de
Kenzo, los pantalones sastre y los vestidos de lana de cortes geométricos.
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Por fin! Nos hicimos con un cóctel!! |
Decidimos acercarnos a
Dior y, oh!! entramos!!. Nos hicimos con un par de copas de
champagne e iniciamos el tour por la
boutique. Notable la diferencia con el
visual de una tienda de pronto moda, claro está. Aquí el género casi brillaba por su ausencia, apenas unos bolsitos, sandalias clásicas de tiras y prendas vaporosas, pero un entorno agradable, en tonos vainilla y fotografías vintage de los años dorados de
Dior con referencias al
New Look por doquier.
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Con el modelo "Lady Dior" de Dior |
Tras posar cual
celebs ante la cámara de una
blogger iniciamos nuestra marcha hacia algún otro lugar, por ejemplo
Escada.
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Zapatos azules de chaol de Escada, con un pequeño detalle a lo "mini-mancuerna" en el lado exterior. Botón de me gusta, por favor!!. |
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Background by Escada, antes de bajar a la planta inferior de la tienda y descubrir los mojitos |
Aquí encontramos algunas prendas que sin duda nos quedarían fantásticamente y otras que no encajaban para nada en nuestros respectivos estilos, pero oye, la experiencia fue maravillosa. Encontramos un sillón comodísimo y nos tomamos un respiro
fashion, con sendos mojitos en la mano, y nos dedicamos a hablar de temas menos banales que la moda y sus entresijos. (Incluyendo críticas al sistema, por supuesto, que aunque monas, tenemos neuronas.) ;P
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Por alguna razón, me veo perfectamente con este vestido de piel de Escada, y a un precio irrisorio...por la risa que me dió cuando leí la etiqueta.... 1.600 euros!!!. |
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Con cero esperanzas ya de llevarnos ningún tipo de regalito ni goodie bag, quisimos callejear por los aledaños de
Serrano y disfrutar con serenidad del resto de la velada, y así topamos con
Miu Miu. Aquello era lo más!!. En cuanto entramos nos topamos con
Boris Izaguirre (elegantemente vestido) y nos resistimos a fotografiarnos con él cual grupis, porque una más espabilada y alta que nosotras se nos adelantó, y entonces recapacitamos y llegamos a la conclusión de que aquello de abordar a personas humanas para robarles un cachito de su imagen no iba con nosotras, al menos no por el momento!!. Lo que realmente va con nosotras es todo lo que allí vimos y, sin lugar a dudas, fue lo mejor de la noche, junto con el momento
Escada y el descubrimiento que Sara me hizo:
Uterqüe, del grupo
Inditex.
Mi conclusión ha sido que el lujo, y sus privilegios, siguen siendo de unos pocos, aunque con eventos como estos intenten acercarlo por un día a los que lo vemos desde el otro lado del cristal. De todas formas yo el año que viene repito, y es que había algo en el ambiente que nos contagió de un sentimiento de felicidad despreocupada y nos embriagó para el resto de la noche.
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After a domestic organization, mental health and chillin' weekend here I am with a new post: my impressions after my first attempt at Fashion's Night Out - Madrid.
Sara and I attended the event dressed as commanded by the dress code. From our meeting point to the epicenter of the event we met several groups of people going on their way to the Golden Mile to be part of a night that promised glamorous, surprises and novelties. Both of us, "enjoyers" and not slaves to fashion and its secrets, set our expectations at a level much higher than the reality. Sin of first-and deluded, or dreaming, which sounds more romantic and less harmful, but it certainly was worth the night, because of the company, our visit to Miu Miu and the time we spent in Escada, drinking mojitos between two racks of clothes to an average of 800 euros.
The streets were crowded with people and difficult to reach our desired destinations. Chanel impossible to enter unless we were willing to queue into the night, and it was not a posibility, not at all. We decided to try in Missoni but we missed something out of our reach: a magical golden passport that had only regular clients, so our happiness in a hole once again. No entry to certain stores or access to the VOGUE tent, but complete freedom to wander disoriented with hundreds of mob seeking VIP's, trendy people or whatever it was worthy for capturing with their super cameras, as it seems today everyone is a photographer, blogger, trendsetter, coolhunter, fashionista or a substantive yet to be invented. (I should fabricate my own, because I'm worth it).
We visited Furla, which left us rather indifferent, although it was where we had our first cocktail of the night. We entered Kenzo, where a handsome young man opened the door and gave us the first "good night" of the evening. Wonderful outerwear from Kenzo, pants suits and dresses wool with geometric cuts.
We decided to get into Dior and, oh! we did!. We got a couple of glasses of champagne and start the tour of the boutique. Notable difference with the visual of a fashion retail shop, of course. Here the genre almost conspicuous by its absence, only a few purses, sstrips classic sandals and sheer clothes , but a pleasant vanilla-toned enviroment, and vintage photographs from the golden years of Dior with references to New Look everywhere.
After posing for the camera which celebs a blogger started our way to somewhere else, such as Escada.Here are some items that we would certainly look fantastic with and others that did not fit at all in our respective styles, but hey, the experience was wonderful. We found an extremely comfortable chair and we take a fashion break , with mojitos in hand, and dedicate ourselves to talk about less trivial matters like fashion and their secrets. (Including system criticism, of course, we are cute, and also have neurons) ;P
With zero expectations of taking any gift or goodie bag, we wanted to walk through the neighborhood of Serrano street and enjoy the rest of the evening, and we finded Miu Miu. That was the best!!. As we entered we met Boris Izaguirre (smartly dressed) and we are reluctant to take a photo with him like groupies, because a savvy and higher girl was ahead of us, and then reconsider the situation and come to the conclusion that to approach a human being to steal a little bit of his image was not with us, at least not for now!. What really goes with us is everything we saw there and, without doubt, was the best of the night, along with the Escada time and the discovery Sara made me: Uterqüe, by Inditex group.
My conclusion is that luxury, and their privileges, still are just for a few, even when events like these try to approach it to the ones who wacht from the other side of the glass. Anyway I am in next year, there was something in the air that passed us the feeling of carefree happiness and we got drunk of it for the rest of the night.
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